En ocasiones basta dar un paseo por el campo para sentir lo que es vivir. A veces nos centramos en tantas tonterías que nos olvidamos de disfrutar de nuestro mundo, de respirar oxígeno limpio. Cuándo vemos un mirada, sabemos perfectamente si es de verdad o no. Cuándo Fran y Lur se miran, esa verdad se puede ver.
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